Al parecer unos tornillos se soltaron de la pared y aflojaron el bastidor que sostenía el espejo... por supuesto que surgió la broma de 7 AÑOS DE MALA SUERTEEEE!!! o muchos más por el tamaño del espejo!!
Y parece que los encantamientos se cumplen porque media hora después me llama mi otra hija que estaba leyendo en la azotea y me dice que se sentó en uno de los pretiles y, accidentalmente, el teléfono celular se le cayó de su bolsillo y fue a parar al techo del vecino, 3 metros más abajo!!!
Fueron hasta ahora infructuosos todos los intentos de recuperarlo, así que ya con mucho frío decidimos cubrirlo tirándole una alfombra encima para que en la noche no se moje, y probar mañana con la luz diurna y la "maña" que se de mi esposo, para ver si se puede rescatar. De más está decir que el teléfono tiene algo así como 3 meses de vida, con todos esos chiches lindos que quieren los adolescentes... en fin, yo creo que voy a buscar ruda macho, cintas rojas, y algún otro embrujo que contrareste a ese espejo roto!!!! : )
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