Con gran dolor e indignación nos enteramos ayer que los restos hallados en el Batallón 14 pertenecieron al Maestro Julio Castro, quien murió ejecutado en manos de la dictadura militar. Julio Castro estuvo desaparecido más de 30 años.
Perteneció a una generación comprometida con la educación,llevó adelante su pensamiento pedagógico fundando las misiones socio-pedagógicas, fue asesor técnico de UNESCO y referente en varios países latinoamericanos de la educación rural. Su último esfuerzo lo dio en el semanario Marcha. Si no conocen su vida y su obra, los invito a buscar en internet, hay varias direcciones donde podrán ilustrarse.
Pero ante todo Julio Castro,fue un Hombre de Paz, y seguirá presente.
Comparto el poema de Benedetti, hoy en honor al Maestro Julio Castro
Para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que congregar todos los odios
y ademas los aviones y los tanques
para batir al hombre de la paz
tuvieron que bombardearlo hacerlo llama
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que desatar la guerra turbia
para vencer al hombre de la paz
y acallar su voz modesta y taladrante
tuvieron que empujar el terror hasta el abismo
y matar más para seguir matando
para batir al hombre de la paz
tuvieron que asesinarlo muchas veces
porque el hombre de la paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
tuvieron que imaginar que era una tropa
una armada una hueste una brigada
tuvieron que creer que era otro ejército
pero el hombre de la paz era tan sólo un pueblo
y tenía en sus manos un fusil y un mandato
y eran necesarios más tanques más rencores
más bombas más aviones más oprobios
porque el hombre del paz era una fortaleza
para matar al hombre de la paz
para golpear su frente limpia de pesadillas
tuvieron que convertirse en pesadilla
para vencer al hombre de la paz
tuvieron que afiliarse para siempre a la muerte
matar y matar más para seguir matando
y condenarse a la blindada soledad
para matar al hombre que era un pueblo
tuvieron que quedarse sin el pueblo
Vientos del Exilio
(Mario Benedetti)